Creer y querer
Creer es querer creer. Es porque me propongo hacerlo, por sobre las desmentidas y confirmaciones que la realidad de momento a momento me plantea...
Creer es querer creer. Es porque me propongo hacerlo, por sobre las desmentidas y confirmaciones que la realidad de momento a momento me plantea. Así como querer es querer querer. Es porque pongo una voluntad permanente en la convicción transitoria de amar algo en algún momento, a despecho de la existencia de otros momentos en que no lo siento o en que hasta puedo sentir lo contrario. De manera que la fe y el amor, con ser nuestras experiencias fundamentales, no son más que el compromiso que tenemos contraído con ciertas cincunstancias de nuestra vida. Pero nuestra capacidad de dicha, sin embargo, depende por completo de la necesidad que tenemos de creer en otros y de vivir confiadamente lo que nos pasa. Fe en el hombre y amor por la vida, en definitiva. Que mientras podamos mantener encendidos en nosotros permiten el control de la angustia que la conciencia de la realidad nos provoca. Cuando la edad o las adversidades o los desengaños consiguen vencerla, sólo conviene a la dignidad el no reducirse al resentimiento por la derrota ya inevitable y el saber en cambio convivir con la nostalgia de la fe perdida y con la tristeza del amor desolado.
Juan Alberto Madile
Publicado: 02 de Enero de 2011